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Colombia en la Guerra de Corea: Un Capítulo Heroico en la Historia Militar del País
La participación de Colombia en la Guerra de Corea (1950-1953) es uno de los capítulos más significativos —aunque muchas veces olvidado— de su historia militar y diplomática. Fue el único país latinoamericano que respondió al llamado de las Naciones Unidas para defender a Corea del Sur de la invasión comunista del Norte, en un conflicto que marcó el inicio de la Guerra Fría y definió el orden geopolítico del siglo XX.
El Contexto Internacional
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la península coreana quedó dividida en dos: el Norte comunista, apoyado por la Unión Soviética y China, y el Sur, respaldado por Estados Unidos y otras potencias occidentales. En junio de 1950, Corea del Norte cruzó el paralelo 38 e invadió Corea del Sur, lo que llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar una intervención militar internacional.
La Decisión de Colombia
El entonces presidente Laureano Gómez decidió que Colombia se uniera a las fuerzas de la ONU, como una muestra de alineamiento con Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría, pero también como una estrategia para mejorar las relaciones diplomáticas y obtener beneficios económicos y militares del país norteamericano.
Colombia comprometió un contingente militar y naval: el Batallón Colombia, compuesto inicialmente por cerca de 1.060 soldados voluntarios, y una fragata naval, la Almirante Padilla.
El Batallón Colombia en Combate
El Batallón Colombia fue integrado al 21° Regimiento de Infantería de la 24ª División del Ejército de los Estados Unidos. Participó en importantes y cruentos enfrentamientos como la Batalla de Old Baldy y la Batalla de Kumsong, donde los soldados colombianos demostraron valentía y disciplina, ganándose el respeto de sus aliados.
Durante los casi tres años de participación, el Batallón sufrió 163 muertos, más de 400 heridos y decenas de desaparecidos, cifras que reflejan la magnitud del sacrificio colombiano en una guerra librada a miles de kilómetros de casa.
Impacto y Legado
La participación colombiana en la Guerra de Corea dejó huellas profundas, tanto en el plano diplomático como en el militar. En el aspecto internacional, consolidó una alianza estratégica con Estados Unidos, que resultó en apoyo económico y militar durante las décadas siguientes. Militarmente, fue una experiencia decisiva que modernizó y profesionalizó las Fuerzas Armadas colombianas.
Asimismo, el heroísmo de los soldados colombianos sigue siendo recordado en Corea del Sur, donde existen monumentos y homenajes en honor al Batallón Colombia. Muchos veteranos coreanos y colombianos aún se reúnen para conmemorar esta alianza histórica.
Un Compromiso que No Debe Olvidarse
Hoy más que nunca, es esencial recordar este episodio como una muestra de solidaridad internacional y compromiso con la paz mundial. La participación de Colombia en la Guerra de Corea es una prueba de que, incluso siendo una nación en desarrollo, su voz y su acción pueden tener un impacto en los escenarios más relevantes del planeta.
Este capítulo representa no solo un acto de coraje y sacrificio, sino también una lección de diplomacia estratégica que contribuyó a moldear el papel de Colombia en el mundo moderno.
