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Ayrton Senna: La Historia de un Ícono del Automovilismo
Inicios
Ayrton Senna da Silva nació el 21 de marzo de 1960 en São Paulo, Brasil, en una familia de clase media. Desde muy joven, mostró un interés por los deportes de motor, impulsado por su padre, quien lo introdujo al karting a la edad de 13 años. Su primera experiencia en una pista de carreras fue en el kartódromo de Interlagos, donde comenzó a competir en eventos locales. Senna rápidamente destacó por su talento y determinación, ganando su primer campeonato de karting en 1977.
Carrera Temprana
A finales de los años 70, Senna se trasladó a Europa para seguir su sueño de ser piloto de Fórmula 1. Comenzó su carrera en el karting europeo y, tras varias victorias, se trasladó a Inglaterra en 1981 para competir en la Fórmula Ford. Ganó el campeonato de Fórmula Ford 1600 en 1981 y continuó su ascenso en las categorías de monoplazas, compitiendo en la Fórmula 3 británica, donde se coronó campeón en 1983, lo que atrajo la atención de los equipos de Fórmula 1.
Debut en Fórmula 1
Ayrton Senna debutó en la Fórmula 1 en 1984 con el equipo Toleman. Su primera carrera fue en el Gran Premio de Brasil, donde mostró destellos de su habilidad al terminar en una destacada sexta posición. Sin embargo, fue en el Gran Premio de Mónaco ese mismo año donde Senna dejó una impresión duradera. A pesar de las condiciones de lluvia, logró escalar posiciones y estaba en camino a la victoria cuando la carrera fue detenida prematuramente. Este desempeño le valió el reconocimiento y una posterior firma con el equipo Lotus.
Ascenso a la Fama
Con Lotus, Senna alcanzó su primer éxito en 1985 al ganar su primera carrera en el Gran Premio de Portugal. Ese año, se convirtió en uno de los pilotos más talentosos de la parrilla, ganando un total de dos carreras. En 1986, Senna continuó brillando, terminando tercero en el campeonato mundial, pero su verdadera época dorada comenzó en 1988, cuando se unió a McLaren.
Dominio con McLaren
Con McLaren, Ayrton Senna se convirtió en un ícono del automovilismo. En 1988, ganó su primer Campeonato Mundial de Pilotos, logrando ocho victorias en catorce carreras. Su rivalidad con Alain Prost, compañero de equipo y luego adversario en la pista, definió su carrera en esta etapa. En 1989, la rivalidad culminó en un choque en el Gran Premio de Japón, lo que llevó a Prost a ganar el campeonato.
Senna no se detuvo; en 1990, volvió a coronarse campeón del mundo, nuevamente con McLaren, al ganar un total de 6 carreras. Esta época fue testigo de su habilidad excepcional en clasificación, donde estableció numerosos récords de vuelta rápida.
La Lucha por la Seguridad
A medida que avanzaba su carrera, Senna también se convirtió en un defensor de la seguridad en las carreras. Tras la muerte de su amigo y piloto de F1, Roland Ratzenberger, en 1994, Senna comenzó a abogar por mejoras en la seguridad de los coches y circuitos. Su muerte, un trágico accidente durante el Gran Premio de Imola el 1 de mayo de 1994, fue un punto de inflexión en la Fórmula 1, que llevó a cambios significativos en la normativa de seguridad.
La Tragedia en Imola
El día de la fatal carrera, Senna lideraba el campeonato y estaba en busca de su cuarto título. En la séptima vuelta, su coche se salió de la pista en la curva Tamburello y chocó contra un muro de hormigón. El impacto fue devastador y causó lesiones fatales. Aunque fue atendido de inmediato, los esfuerzos por salvarlo fueron en vano. Su muerte conmocionó al mundo y dejó una profunda huella en el automovilismo.
Legado
Ayrton Senna no solo es recordado por sus logros en la pista, sino también por su pasión, su carisma y su dedicación a la mejora de la seguridad en el automovilismo. Fue un símbolo de esperanza y perseverancia para muchos en Brasil y más allá. En 1994, se fundó el Instituto Ayrton Senna, una organización sin fines de lucro dedicada a la educación y al bienestar de los niños en Brasil.
El impacto de Senna en la Fórmula 1 perdura hasta el día de hoy. Su estilo de conducción, su mentalidad competitiva y su enfoque hacia el deporte siguen inspirando a pilotos de todo el mundo. A través de documentales, libros y homenajes, su legado sigue vivo, recordándonos la grandeza de uno de los mejores pilotos de todos los tiempos.
Ayrton Senna fue más que un piloto; fue un fenómeno del automovilismo que trascendió el deporte. Su vida, marcada por la pasión y la tragedia, continúa resonando en el corazón de los aficionados y en la historia de la Fórmula 1. Su legado perdura, no solo a través de sus récords, sino también por su incansable lucha por un automovilismo más seguro. Senna sigue siendo, sin duda, un ícono eterno en el mundo del automovilismo.
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